viernes, 30 de marzo de 2012

El Padrino: Un superventas para dos 'clasicazos' del cine



El libro de Mario Puzo estuvo 67 semanas en la lista de superventas de EEUU. A él mismo no le convencía demasiado, aunque le hizo millonario


por ÁLVARO CORTINA

«A mí me interesaba la 'nouvelle vague', Fellini, esas cosas, y como todos los tipos de mi edad, quería hacer esa clase de películas. Para mí el libro de Puzo representaba todo lo que yo trataba de evitar». Cuando se dice «…el libro de Puzo» se habla de 'El Padrino', y la frase es de Francis Ford Coppola. En realidad, no hay motivo para privilegiar literariamente el 'best-seller' de Mario Puzo (1920-1999) 'El Padrino' por encima de otros éxitos suyos posteriores, como 'El último don', 'Omertà' o 'El siciliano'. A él mismo no le convencía demasiado, aunque le hizo millonario. El Olimpo de Puzo está en las pantallas. A partir su novela superventas se parieron sucesivamente dos 'clasicazos' intocables del cine (las dos primeras películas ganaron el Oscar al mejor guión adaptado, a partir de 'El Padrino' de Puzo) y fue co-guionista de toda la trilogía.
Leemos en el retrato del Hollywood setentero de Peter Biskind 'Moteros tranquilos, toros salvajes': «En marzo de 1968, Paramount tuvo la oportunidad de convertirse en propietaria de la opción a un manuscrito de 150 páginas firmado por Mario Puzo, titulado 'The mafia', siempre y cuando pudiera ganarle por la mano a Universal. Puzo esperó nervioso en la antesala del despacho de Robert Evans, el jefe de producción del estudio. Puzo era un gordo apasionado por el juego y los buenos cigarros. Como recuerda Evans, 'Puzo dijo: 'Debo once de los grandes. Si no los consigo, me partirán un brazo'. Yo, que ni siquiera quería leer el libro, le dije: 'Toma doce mil quinientos y escribe ese libro de una puta vez'. (Puzo dice que esto nunca ocurrió)».
LA PARAMOUNT SE ATREVE CON EL SUPERVENTAS
Antes incluso de que hubiera nacido como novela publicada, 'El Padrino' ya había empezado a nacer para el cine. Antes de terminarse de escribir, y de tener incluso un título definitivo, la obra de Puzo ya estaba ligada legalmente (por una opción de compra) a una productora. La red de la Paramount atrapó de chiripa una pieza sabrosa, y ni lo suponían. Cuando Universal les ofreció un millón de dólares por la opción de esa novela, los productores se fijaron más detenidamente en 'El Padrino' (comprada como 'The mafia'). Se había convertido en un boom de librerías. Estuvo 67 semanas en la lista de superventas en EEUU. La Paramount, que ya había hecho recientemente una intentona de mafia italoamericana con la película 'Mafia', que fue un fiasco, se volvió a arriesgar: pagó una millonada a Puzo por los derechos de la novela. El escritor y Coppola hicieron buenas migas como co-guionistas. Trabajarían en tres películas más (los padrinos y 'Cotton Club'). De hecho, el director se resistió a cambiar muchas cosas de la novela, como se exigía desde la productora.
La aportación de Mario Puzo al género de la literatura y cine criminal es nada menos que una perspectiva italoamericana. Por ejemplo, en 1947, 'Llamad a cualquier puerta', de Willard Motley (adaptada dos años después al cine por Nicholas Ray), tiene un personaje principal italoamericano que es arrastrado al crimen marginal de las malas calles. El clásico fenómeno social de la falta de integración de un grupo social: crimen, pero sin mafia. En la novela de 1929 de William Riley Burnett 'El pequeño César' (en el cine se llamaría 'Hampa dorada'), los protagonistas criminales tienen nombres italianos, pero no hay un mundo tal y como lo veríamos 40 años después.
El mismo Puzo pertenecía a la primera generación de Puzos no nacidos en Nápoles, sino en el barrio canalla 'Hell's Kitchen', en Manhattan (allí se instala el joven Vito Andolini). Retrató su mundo inmigrante en su segunda novela 'El peregrino afortunado'. No trabó relación personal con gánsteres, sino con profesores universitarios en Columbia, donde estudió. Justo durante su juventud, la mafia italoamericana fue expuesta por primera vez públicamente como organización secreta. Tras la detención masiva de capos en los llamados 'encuentros de Apalachin', éstos fueron pasando en 1958 por la gran sala de sesiones del Senado, en Washington, amparándose torvamente en la Quinta Enmienda. Los largos procesos televisados sobre estas actividades aparecen versionados en 'El padrino II'. El personaje Frank Pentangeli está basado en Joseph Valachi, el delator que primero vertió la expresión «la Cosa Nostra» al mundo exterior, en 1963. Así se rompió la 'ley del silencio', la 'omertà'.  El periodista Peter Maas publicó en 1969 (el año de 'El Padrino') la biografía 'The Valachi Papers' haciéndose eco de todo aquel nuevo territorio para la investigación. En el fondo, era imposible que hubiera ficciones de mafia italoamericana rigurosamente realistas antes de los 60.
EL TOQUE PUZO
Las películas 'gansteriles' de la Warner Bros de los años 30 y 40, con Cagney, Muni, Edward G. Robinson de protagonistas y Bogart de secundario, y después en los años 50, cine de Aldrich, Fuller, o el periodo americano de Lang, nos habla de «organizaciones criminales». Bandas, nada de familias. Casi en abstracto, aunque los personajes puedan llamarse Tony Camonte o Cesare Rico. Tienen una cierta asepsia de folclore. El reto de Puzo, novelista y guionista, fue el reto de los escritores costumbristas. Sus Corleone, extorsión y guerra aparte, son también el drama conservador de la preservación del pasado y una estructura compleja de clanes, familias, y subfamilias. Lo que tienen de melancolía es melancolía de inmigrante en tierra lejana (como en John Fante, en Elia Kazan…), y lo que tienen de presente y de futuro es América y el imperio del dinero. Y la lengua italiana (disminuida de una generación a otra) para dos o tres palabras rituales. Un pez muerto significa, según el aparataje simbólico de los sicilianos, que los Tattaglia se han cargado al siniestro matón Luca Brasi.
El escritor se arrimó al balcón bibliográfico y de hemeroteca de la mafiología, rama historiográfica hoy ya muy desarrollada en los EEUU. Vito Corleone está inspirado en Frank Costello y en Vito Genovese, capos de familias rivales neoyorkinas. Moe Greene, el rey judío de Las Vegas que recibe un balazo en la gafa, es un homenaje a Benjamin 'Bugsy' Siegel, y su amigo Meyer Lansky es el archivillano afincado en Florida Hyman Roth. Hay en 'El Padrino' guiños y referencias inéditas hasta entonces sobre la fundación de las Cinco Familias de Nueva York, las jerarquías basadas en las legiones romanas (consigliere, soldados, tenientes…), catolicismo ultraconservador... Éste fue el filón de Mario Puzo: estaépica muy documentada. En 1971, el periodista Gay Talese publicó también un libro 'non fiction' (fruto, este sí, de trato con mafiosos) sobre el clan de los Bonanno, llamado 'Honrarás a tu padre'.

No hay comentarios:

Publicar un comentario